Yo sé que todos también.
Me susurró el dolor que nació conmigo
desde que era como el cachorro
que con sus padres seguro estaba
y cubierto estaba con calor en su nido.
En mi edad primera inocente era de todo dolor
de aquel dolor que afligía a los hombres
que bien los miré, pero con el tiempo no éramos los mismos,
estaba en la flor de mi juventud y más todavía.
Después la causa del dolor se mostró sofocada
que la advertía todavía sudorosa
tramando cosa temerosa
y perturbada hacía realidad su fantasía.
Tempranera madrugaba para sembrar el dolor,
tempranera pelaba sus dientes para helar la sangre,
tempranera alborotaba con ruido enloquecedor,
tempranera mala carosa dejaba de querer.
Cómo me intimida todavía su desafío
cuando inexorable atormenta y aumenta la tristeza
que el intenso espanto, es más intenso al no detenerse
entonces, alimenta con quimera el crepúsculo sombrío.
Todavía desde sus raíces la describo odiosa en su naturaleza
que son nuestras propias raíces ya en las nieves de mis años,
sé que todos también se perturban cuando a lo lejos la ven venir
y que nadie duerme al despertar la maldita ´´violencia´´.
Sí, la ´´violencia´´ que indefensos y angustiados quedamos
a merced de sus lobos hambrientos a veces furtivos
para degollar nuestras esperanzas
como a los caídos que no están en el olvido.
Recuerdas Héctor y Luis Carlos que la combatieron con valentía,
recuerdas Helena y María que llegó cuando menos la esperaban,
recuerdas Antonio y Mauro que fueron inmolados por la violenta,
recuerdas Jairo que te perseguía y tú lo ignoraba.
Recuerdas que se llevó el alma,
tempranera madrugaba la madrugada
con afilada guadaña buscaba,
amables acudían y silenció sus vidas con su arma.
El deshumano era condenable como era deshumano lo sufrido
que sus vidas yacían sobre la calle triste que sufría
al verse manchada de rojo con los cuerpos heridos,
fue doloroso, más doloroso fue imaginar a sus seres queridos.
Me sueño con escribir poemas esperanzadores a la raza humana
como por ejemplo, que al fin el hombre de luz se abrió al violento,
sumido en las tinieblas y ciego de esperanzas e ilusiones,
que su vida era más bella cuanto más bello fuera su pensamiento.
Simón Mayr
20-01- 2020. Medellín. Antioquia. Colombia.