CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO
CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO. Yo sé que todos también..

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Yo sé que todos también.

Me susurró el dolor que nació conmigo

desde que era como el cachorro

que con sus padres seguro estaba

y cubierto estaba con calor en su nido.

En mi edad primera inocente era de todo dolor

de aquel dolor que afligía a los hombres

que bien los miré, pero con el tiempo no éramos los mismos,

estaba en la flor de mi juventud y más todavía.

Después la causa del dolor se mostró sofocada

que la advertía todavía sudorosa

tramando cosa temerosa

y perturbada hacía realidad su fantasía.

Tempranera madrugaba para sembrar el dolor,

tempranera pelaba sus dientes para helar la sangre,

tempranera alborotaba con ruido enloquecedor,

tempranera mala carosa dejaba de querer.

Cómo me intimida todavía su desafío

cuando inexorable atormenta y aumenta la tristeza

que el intenso espanto, es más intenso al no detenerse

entonces, alimenta con quimera el crepúsculo sombrío.

Todavía desde sus raíces la describo odiosa en su naturaleza

que son nuestras propias raíces ya en las nieves de mis años,

sé que todos también se perturban cuando a lo lejos la ven venir

y que nadie duerme al despertar la maldita ´´violencia´´.



Sí, la ´´violencia´´ que indefensos y angustiados quedamos

a merced de sus lobos hambrientos a veces furtivos

para degollar nuestras esperanzas

como a los caídos que no están en el olvido.



Recuerdas Héctor y Luis Carlos que la combatieron con valentía,

recuerdas Helena y María que llegó cuando menos la esperaban,

recuerdas Antonio y Mauro que fueron inmolados por la violenta,

recuerdas Jairo que te perseguía y tú lo ignoraba.



Recuerdas que se llevó el alma,

tempranera madrugaba la madrugada

con afilada guadaña buscaba,

amables acudían y silenció sus vidas con su arma.



El deshumano era condenable como era deshumano lo sufrido

que sus vidas yacían sobre la calle triste que sufría

al verse manchada de rojo con los cuerpos heridos,

fue doloroso, más doloroso fue imaginar a sus seres queridos.



Me sueño con escribir poemas esperanzadores a la raza humana

como por ejemplo, que al fin el hombre de luz se abrió al violento,

sumido en las tinieblas y ciego de esperanzas e ilusiones,

que su vida era más bella cuanto más bello fuera su pensamiento.

Simón Mayr

    20-01- 2020. Medellín. Antioquia. Colombia.